Entrenar con cadencia alta implica pedalear a una frecuencia mayor de revoluciones por minuto, normalmente por sobre la cadencia espontánea del ciclista. Este tipo de trabajo no busca “ir más rápido”, sino optimizar cómo se produce la fuerza y cómo se utiliza el sistema aeróbico.

Fundamento fisiológico

Cuando se pedalea a cadencias altas:
• Disminuye la fuerza aplicada en cada pedalada
• Aumenta la frecuencia de activación neuromuscular
• Se reduce el estrés mecánico local en músculos y articulaciones

Esto desplaza el trabajo desde una demanda muscular elevada hacia una mayor participación del sistema cardiovascular, favoreciendo adaptaciones aeróbicas sostenidas.

Además, la cadencia alta estimula:
• Coordinación intermuscular
• Eficiencia del patrón de pedaleo
• Mejor control motor en esfuerzos prolongados

Beneficios para el ciclista
• Mayor economía en esfuerzos largos
• Menor fatiga muscular periférica
• Mejor tolerancia a intensidades subumbrales
• Reducción del riesgo de sobrecargas musculares

Aplicación práctica en el entrenamiento

La cadencia alta se utiliza principalmente en:
• Periodos de base
• Zonas aeróbicas (Z2 – tempo)
• Sesiones técnicas de pedaleo

No se trata de pedalear siempre alto, sino de educar al sistema neuromuscular para que el cuerpo pueda elegir la cadencia más eficiente según la situación.

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